La vida es como un libro, que nunca termina. Se cierran los capítulos, pero no el libro mismo. Examinar el pasado puede ayudar a aclarar muchos de nuestros problemas, pero la solución no se produce en el pasado, sino en el presente. Hoy en día existe la manía de culpar a los acontecimientos de nuestro pasado por nuestra angustia presente. A cada momento tenemos una oportunidad de cambiar nuestro pasado y nuestro futuro reprogramando el presente.
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