domingo, 11 de julio de 2010

Podrían ser éstas las lágrimas más tristes y ésta mi noche más oscura, podría callarse el viento y quedar sorda que ya no me importaría. No queda ni una sola esperanza de estar a tu lado  y veo que las hojas del calendario pasan, ya no restan nada mas que sueños que pudieron ser y no fueron. Podría pasarme  toda la vida lamentándome de mi mala suerte y sólo conseguir hundirme más en mi soledad. Dejaría de escribir estos gritos de desesperación si no fuera por que me mantienen viva en mi dolor. Vivo en una botella de cristal que alguien tiró al mar imaginando que caería en buenas manos. Las palabras se pierden entre las rendijas de la ventana. Procuro mantener tu cálida mirada en mi memoria pero sé que terminará dañándose como una vieja fotografía. Y decirte adiós para siempre es más difícil que dejar morir poco a poco las ilusiones, aunque sabes que se terminarán marchitando nuestros sentimientos y este amor se volverá frío y seremos de nuevo dos desconocidos.

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